La Memoria del Futuro.
Daniela Contreras y José M. Santa Cruz G. 32º SUR / 73º OESTE
Vídeo en proyección con la presencia de los artistas
Club Cronopios
Calle Ferlandina 16,
08001, Barcelona
Proyección: Miércoles 25 de Junio de 2014, a las 20.30h.
Privados de la propia memoria, los artistas chilenos han puesto el problema de la memoria al centro. El tema de la memoria y de su construcción vuelve en el vídeo 32º SUR / 73º OESTE de Daniela Contreras (1986) y José M. Santa Cruz G. (1983), aunque estos dos autores lo acercan desde una perspectiva nueva y crítica. Aquello que les preocupa no es tanto la memoria del pasado o su justa representación, sino más bien la producción de la memoria sobre el presente: ¿Cómo sería el recuerdo del presente?
Como ha explicado José M. Santa Cruz G.:
"Fundamentalmente el vídeo es un ejercicio de memoria falso, para exponer cómo la escena cultural chilena actual está atrapada en el problema de la memoria, donde ha terminado convirtiéndose en un fetiche institucional, carente de cualquier densidad política. El recordar nos puede abstraer del presente y, por ende, nos abstrae de su posibilidad política. Y en ello, creemos que el vídeo se abre fuera de la escena chilena. Para nosotros esa es una gran pregunta, cómo presentar el vídeo fuera de Chile y que estas operaciones se alcancen a percibir". Texto entero castellano - aqui
Sinopsis
32º SUR / 73º OESTE
Daniela Contreras - José M. Santa Cruz G.
Vídeo-Ensayo / Metraje encontrado (8mm.)
16 min.
Color
Formato digital
Los procesos de modernización occidental han activado el problema de la memoria, parte de la producción de los románticos europeos del siglo xviii y xix podrían ser leídas desde esa clave, por ejemplo. Pero, al mismo tiempo, gran parte de esa memoria ha sido vehiculizada por pequeñas máquinas: cámaras fotográficas, de cine y grabadoras de audio. El vídeo-arte «32º sur-73º oeste», desde una modernidad alterna (latinoamericana), neoliberal y contemporánea (post-dictadura militar chilena, 1973-1990), se ubica en esa encrucijada, es un ejercicio de memoria de pequeñas máquinas, donde un individuo ficticio se enfrenta a un territorio ficticio (las coordenadas del título están ubicadas en pleno océano pacífico frente a las costas de Chile). Es un ejercicio de memoria audiovisual compuesto por imágenes imposibles para Chile (metraje-encontrado de una familia belga de los años setenta), pero que de alguna forma lo recuerdan (un imaginario al cual se pretende acceder). Este desplazamiento que recupera el gesto literario del escritor chileno y crítico de arte moderno Juan Emar en su novela Ayer (1935), expone el ejercicio de la memoria como una gran máquina productora de tiempos, a través de un dispositivo archivístico de un presente fuera de su tiempo.