Arte y Web2.0

Federica Matelli

2008










Como enfrentar el tema de las relaciones entre arte y Web2.0 partiendo del presupuesto que no sólo se trata de exponer arte o de comisariado online, si no de reflexionar sobre la posibilidad de integrar la tecnología Web2.0 en la obra de arte misma, o en el espacio físico de exposición. Desde sus orígenes, Internet ha cambiado la cara de la escena artística, sea desde un punto de vista creativo, con referencia al nacimiento de formas de arte como Net-Art o el Arte Telemático, sea desde la mirada de los espacios expositivos en relación a una creciente presencia del arte online desde el nacimiento de la red. Estas problemáticas ya pertenecían a la primera fase de Internet denominada Web1.0. La segunda época, definida Web2.0 por O’Reilly en una conferencia del 2004, finaliza en una nueva plataforma basada en la separación entre forma y contenido, abierta, construida sobre una arquitectura de la participación que genera redes sociales y cuyos contenidos son generados por los usuarios. Los conceptos que rodean la Web2.0 no son nuevos para las prácticas artísticas. Tienen antecedentes en la teoría de la radio de Bertold Brecht de la década del ‘20, en los proyectos vanguardistas de Nam June Paik que describen una producción televisiva participativa, integrada y compartida (1972); o en el proyecto de televisión artística Van Gogh TV (1992) presentado en la Documenta IX, entre otros. Todo anunciado por las teorías sobre la cultura de masa de Marshall McLuhan.


El núcleo de las relaciones entre arte y Web2.0 es un nuevo tipo de participación entre artistas y usuarios de centros de arte o, entre artistas y comisarios, o artistas y artistas. Como ya ha puntualizado Peter Weibel, la principal diferencia entre una instalación interactiva y una obra participativa de Web2.0 es que en este caso el visitante contribuye al mismo nivel visual que el artista. No sólo se mueve de una forma premeditada dentro de una instalación interactiva, sino que puede aportar su propio contenido. Además, el espacio accesible no es sólo el espacio virtual de Internet, sino un espacio o incluso una obra de arte real, como en el caso de “There Is a Light That Never Goes Out” de Jacopo Miliani, abierta por el artista al proyecto de Web2.0 mikrogalleri.es. En todo esto la parte real e insustituible de la obra es la infraestructura física que administra y muestra el contenido. En el caso de mikrogalleri.es se demuestra, por ejemplo, la voluntad del crear un Network basándose además, en espacios virtuales, en espacios instalativos físicos que Axel Roch, uno de sus autores, define como el Network de las cosas. Esta nueva instancia de la Web2.0 sugiere una serie de cuestiones emergentes: el copyright y la integración con el mercado del arte; el nuevo estatus de la imagen y de las artes visuales, como sugiere Jacopo Miliani en su instalación; la cuestión del reparto de beneficios derivados por el compartir las obras. Y por fin, el hecho de que en el caso del Network de las cosas, la infraestructura física no está nunca realmente en las manos de los usuarios ni de los productores de contenido, lo que va en contra de la construcción de una efectiva arquitectura de la participación.








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